Moonlight

Chiron es un joven afroamericano con una difícil infancia y adolescencia, que crece en una zona conflictiva de Miami. A medida que pasan los años, el joven se descubre a sí mismo intentando sobrevivir en diferentes situaciones. Durante todo ese tiempo, Chirón tendrá que hacer frente a la drogadicción de su madre y al violento ambiente de su colegio y su barrio.

Sorprendentemente, Jenkins ha sido alabado por los críticos de la academia y galardonado a 8 nominaciones al Oscar 2017 (Mejor película, Mejor director, Mejor actor de reparto, Mejor actriz de reparto, Mejor guion adaptado, Mejor banda sonora, Mejor fotografía y Mejor montaje); la cinta ha sido aclamada por la prensa extranjera, el sindicado de guionistas y respetados medios; a decir verdad la cinta está muy bien realizada y el director puede manejar perfectamente tres tiempo, logrando el envejecimiento del elenco y una seriedad en el guión, resultando un filme lento, ambicioso y creíble.  

En lo que respecta a mi humilde visión y sin pelos en la lengua, debo argumentan que esperaba una cinta con mayor fuerza, algo distinto y que provocara ver más de dos veces; para mí ha resultado más de lo mismo, un filme carente de creatividad, con el formulismo típico para agradar a los académicos, un drama en donde el abuso, el bulling y los vicios forman parte de la identidad de algunas razas de la población americana. 

Lejos de la mediocridad y logrando grandes actuaciones; Moonlight dista de la grandeza, haciendo alarde de circunstancia que sensibilizaría a Sadam Husein y Fidel Castro juntos; dentro de sus buenas actuaciones destacan Naomie Harris y Mahershala Ali; la cinta hace que esperes el pleno desarrollo y la fuerza de lo que experimentaría un joven de raza negra en pleno descubrimiento de su homosexualidad, esa espera se vuelve inquietante y nunca llega… solo un ejercicio de denuncias, discriminación, vicios y mucho bulling.

Y a decir verdad el destacado trabajo de Jenkins no llega, su mensaje se pierde y de momentos carece de convencimiento, duele y a la vez no duele, no enamora y nunca acaba de llegar, tornándose aburrida e inquietante, sus aciertos no son suficientes para la espera… esperas y sigues esperando pero nada, todo es el cuento del típico patito feo, perdedor y maltratado que llega a ser el galán malvado producto de sus malas vivencias. 

 

 Puntuación 6.5/10 

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