Tamara

Un hombre (Luis Fernández), descontento con la identidad que su cuerpo le proporciona, toma la decisión de someterse a una operación de reasignación de género. Pero esto no sucede así como así, antes de ser Tamara, se llamaba Teo Almanza, y en la búsqueda de sí mismo, es presionado por su madre (Mimí Lazo) a comportarse como la sociedad se lo exige, el Teo hombre por conveniencia social, que conoce a María Isabel (Karina Velázquez), y forma una familia con ella. Pero tarde o temprano se reencuentra con su propio pasado, y llega el momento en que no puede aguantar más.

Después de una ardua espera llega a las salas de cine la cinta Venezolana más esperada del año; se trata del drama inspirado en la vida de la diputada transgénero Tamara Adrian, filme que estuvo a cargo de la directora Elia Schneider y escrita por Elia Schneider y el uruguayo Fernando Butazzoni.

En Tamara, simplemente lo que pudo ser no fue… la directora pierde la oportunidad de impactar y gestar un filme solido, con un excelente, creíble y duro argumento; dejo pasar lo esencia del filme para enfocarse en puntos flojos, escenas innecesarias, cortes sin sentidos y poca caracterización de personajes; la cinta tiene un ritmo acelerado dejándose diluir en su metraje; no hay una evolución de los personajes de forma creíble, el argumento es débil y sin mucho que aportar INICIO DEL SPOILER se ve poco artístico la muestra de las partes intimas del personaje central, además no hay una justificación poderosa que lleve a Teo a convertirse en Tamara, salvo que una minúscula escena vacía de su madre FIN DEL SPOILER.

Por otro lado sus personajes no envejecen ni se degradan con el tiempo, a eso se le suma un error garrafal de la producción, su dirección de arte es nula y no cuadra elementos con respecto a la época (vehículo, vestuario, ascensor, edificaciones y la ciudad general, entre otros); tampoco existe una secuencia entre acción y acción.

Lo que si hay que resaltar es el mensaje implícito dentro de la cinta; la sociedad en la que vivimos prefiere la mentira y la destrucción de hogares en lugar de apoyar a las personas en lo que desean ser y vivir, lo que se define como: infelicidad a cambio de satisfacer  a una absurda sociedad; por otro lado Tamara es el reflejo de una sociedad, atrasada, destruida y gobernada por cucarachas en donde la discriminación y  el resentimiento es la solución…

En medio de este caos surge en pleno siglo 21 la primera diputada transgénero de las Américas... es buena época para aceptar y tolerar a las personas en como decidan ser  y vivir, marchemos en armonía en pro de una sociedad igualitaria, justa e incluyente.  



Puntuación 4.8/10 

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