Los ocho odiosos
La pregunta de las mil lochas es la
siguiente ¿podría Quentin Tarantino crecer en su octava cinta? La respuesta es
simple, en la mayoría de los casos los directores aciertan con algunas cintas y
en otros casos decaen o simplemente no hacen una selección adecuada de ciertos
elementos que terminan entorpeciendo la cinta en cualquier de su metraje, para
el caso de Tarantino la cosa ha resultado distinta y el es la excepción de la regla,
el señor de los cuentos está totalmente crecido sus diálogos, su aspecto
teatral y actores en situación son la
prueba fehaciente de dicha afirmación, quien diga lo contrario simplemente no
gusta de este gran genio del cine…
La película está totalmente calculada, no
le sobra ni le falta anda, un wéstern conceptual dando una experiencia enriquecedora
e inclasificable, no se trata de un
filme del lejano oeste clásico, pues esta resulto ser como todo lo de Tarantino
una mixtura de varias cosas entre ellas podemos destacar: elementos de wéstern
estadounidense, de euro-wéstern, thriller, y relatos de ciertas novelas de crímenes,
con una serie de personajes sospechosos, un crimen que resolver y un único
decorado.
En tres horas de metraje, se gesta una cinta
exagerada, como los interminables diálogos de la primera hora hasta la exceso
de violencia, sangre y el toque irónico que acaba envolviendo todo el producto.
Dando como resultado una cinta bella, violenta y extremadamente fluida, en
donde se busca el más odioso de sus ocho indeseables personajes que al final
terminas amando.
Los ochos odiosos experimenta la faceta de Tarantino como director de
una especia de obra de teatro ejecutada en 35 milímetro, con una excepcional música
original, hermosa fotografía y personajes bien actuados, claro en ciertas ocasiones
hay evidencias de ciertas trampas y artificios pero que son tapadas por todo un
diseño que hace honor a su nombre, solo que terminas amando lo odioso de la
cinta.
Puntuación 8/10
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