Carol

Nueva York, años 50. Therese Belivet (Rooney Mara), una joven dependienta de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor, conoce un día a Carol Aird (Cate Blanchett), una mujer elegante y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Entre ellas surge una atracción inmediata, cada vez más intensa y profunda, que cambiará sus vidas para siempre.

Carol se trata de una obra de perfección métrica realizada para agradar a los críticos más  que al público en general, es una historia dramática que refleja la polémica vista desde un puno de vista sutil, personal, cuya narrativa con ciertos toques fríos da un aire del estilo cinematográfico europeo en donde hay espacio para abordar e indicar ciertas escenas. No se va por la tangente ni emula escenas sexuales explicitas, el filme se va por el romanticismo clásico donde se evidencia la historia de un amor casi imposible, que tendría vigencia en cualquier época. 

Todd Haynes director de la cinta, estiliza un melodrama, ambientando la historia dentro de la estética y fotografía de los años cincuenta, que combinada con su banda sonora reflejan lo frió y conservador de la época; el director entiende que el amor homosexual es difícil (frustrado y criticado por las sociedades contemporáneas), por ende es tratado con cierto tono de madures, sencillez y sensibilidad, dejando atrás el deseo sexual y aferrándose a la parte emocional, gestando un clima fresco pero a la vez tenue de una historia rosa que no puede tener una salida.  Para ello utilizo la mejor elección interpretativa tanto Cate Blanchett como Rooney Mara, dan registros impresionantes, reflejan lo duro y cruel que resulta amar a la persona equivocada en una sociedad en donde las mujeres no pueden estar sin un hombre. Son muchos los elementos que magnifican la obra y en éste caso, Haynes nos ha regalado lo que es sin lugar a dudas una de las películas del 2015. Nos ha demostrado que no es necesario el exceso para contar una historia de pasión repleta de un romanticismo sincero. 

El amor es universal y no necesita de bombos y platillos para manifestarlo, cuando se tiene un buen guión, fotografía, música adecuada y las actrices indicadas se puede generar sentimientos ocultos y melancolía con mucho que aportar para el séptimo arte. Una historia de amor fuera de lo habitual, delicada y pasional, que conseguirá enamorar a los entendedores del amor homosexual; una pequeña joya brillante que despertará corazones, elevará espíritus y abrirá mentes de una forma magistral.


Puntuación 9/10

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