En la Cuerda Floja

Doce personas han caminado sobre la luna, pero sólo un hombre caminó o caminará jamás en el inmenso vacío entre las torres del World Trade Center. Guiado por su mentor en la vida real, Papa Rudy (Ben Kingsley), y ayudado por una inverosímil banda internacional de reclutas, Petit (Joseph Gordon-Levitt) y su grupo superaron grandes obstáculos, traiciones, desacuerdos y muchas decisiones difíciles para concebir y ejecutar su excéntrico plan. , En la Cuerda Floja es una verdadera obra para la gran pantalla y da a los cinéfilos la oportunidad de experimentar visceralmente la sensación de alcanzar las nubes. La película es una carta de amor a París y a la Ciudad de Nueva York en la década de 1970 pero, sobre todo, es una carta de amor a las Torres Gemelas del World Trade Center.

Robert Zemeckis responsable de Forrest Gump (1994), inicia el metraje con una narrativa tradicional, colocando a Petit (Joseph Gordon-Levitt) en la cima de la estatua de la libertad para contarnos la película como narrador principal y obviando la cuarta pared para lograr la interacción directa con el espectador, narración en retrospectiva donde se evidencia que el personaje salió adelante de su temeraria aventura, lo que no implica menos tensión en secuencias decisivas del filme (ya el espectador sabe cómo termina la cosa). No obstante, la posición desde la que él nos habla recuerda a las cabezas parlantes de los documentales y resulta una mala elección debido a que impide una aproximación cercana al interior del hombre complejo que es Petit, mostrándonos únicamente una parte superficial del protagonista y sin indagar en la psiquis del mencionado personaje. La forma unidimensional de los personajes, el discordante acento francés de Joseph Gordon-Levitt, y el constante uso de primeros planos en los rostros del protagonista y de su novia, son recursos que imposibilitan una narración que le haga justicia a la compleja personalidad del hombre que dejó su huella en la historia al realizar una atrevida hazaña artística sin precedentes. Digamos que el director reserva el clímax fílmico solo para el momento en que nuestro protagonista cruza las extintas torres gemelas. El meticuloso detalle de los efectos visuales y del 3D logran representar el alcance circundante de la ciudad, produciendo una sensación real de encontrarte a más de 100 pisos sobre el suelo. El World Trade Center y todos sus alrededores hacen pensar que la película fue filmada en locación, en la ciudad de Nueva York, con sus dos Torres Gemelas. Zemeckis dispone de los efectos visuales para mostrarnos una ilusión. Esto es una ironía si pensamos que el personaje principal está inspirado en un hombre cuyo trabajo consistía en la exhibición física sin engaños.

La cinta en cuestión hace honor a su nombre y se mantiene en la cuerda floja, un tanto vacía y superficial pero a su vez nostálgica narrando la cultura urbana de la romántica París, conjugado con la época pre 9/11 en Nueva York, cuando las torres todavía poblaban los cielos de la ciudad. En resumen la cinta no esta mala pero no aporta mucho, sabiendo manejar el suspenso, En la cuerda floja solo se basa en la preparación de Petit para el logro de su gran hazaña.
  

Puntuación 5.8/10 

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