El hobbit: La batalla de los cinco ejércitos
Después de haber recuperado el reino del Dragón Smaug en la montaña, la Compañía ha desencadenado, sin querer, una potencia maligna. Un Smaug enfurecido vuela hacia la Ciudad del Lago para acabar con cualquier resto de vida. Obsesionado con las enormes riquezas en su poder, el rey enano Thorin se vuelve codicioso, mientras Bilbo intenta hacerle entrar en razón haciendo algo desesperado y peligroso. Pero hay aún mayores peligros por delante. Sin la ayuda del mago Gandalf, su gran enemigo Sauron ha enviado legiones de orcos hacia la Montaña Solitaria en un ataque épico. Cuando la oscuridad se cierna sobre ellos, las razas de los Enanos, Elfos y Hombres deberán decidir si unirse o ser destruidos. Bilbo se encontrará así en la batalla épica de los Cinco Ejércitos, donde el futuro de la Tierra Media está en juego.
El director Peter Jackson presenta el capítulo final de la trilogía de El Hobbit, y esta oportunidad concluye con la obra más grande, más espectacular, más majestuosa, sin duda la parte más acertada de la saga, tomando en cuenta que existe una descompensación importante en el argumento que nos regala grandes momentos cinematográficos y otros ya trillados que nos sonarán: solo cambian los personajes y el intento de la interpretación más graciosa no obtuvo su cometido. Se puede afirmar que en la recta final de La batalla de los cinco ejércitos posee una atmósfera cálida, amable y a veces triste que resulta agradable y que logra magnificar lo bueno y minimizar lo malo de la trilogía que bastante decepción causo a los amantes del señor de los anillos.
Pero sin embargo la mejoría de esta parte respecto a sus antecesoras no es de nivel y una calidad sobresaliente en vista que narra más de lo mismo y con los mismos tropiezos pero esta vez más digerible y un poco más efectivo, su parte dramática mas carece de fuerza y se torna poco creíble, s ele da vuelta a las situaciones y terminan resolviéndose de una forma muy rápida y no convincente, su duración en metraje es extensa y más aún cuando muestra las peores tendencias de Jackson: largas escenas de batalla de eones, resoluciones descuidadas y abruptas, romances portentosos, falta de ritmo cómico, y un sin fin de situaciones algo predecibles y cansonas.
Puntuación 6,7/10
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