La Gran Aventura Lego
Un hombre común llamado Emmet (Chris Pratt) es confundido como el "Maestro constructor", el único que puede salvar el universo. Con la ayuda del viejo místico Vitruvius (Morgan Freeman), una joven dura llamada Lucy (Elizabeth Banks) y Batman (Will Arnett), un héroe que se enfrenta constantemente al crímen, Emmet deberá luchar para derrotar al malvado tirano Lord Business (Will Ferrell), que está empeñado en destruir el universo con una supuesta arma legendaria llamada krazy glue (pegamento loco en español) abreviado kragle que es mucho más que un pegamento.
La Gran Aventura Lego, fue dirigida y co-escrita por Phil Lord y Chris Miller responsables de Lluvia de Hamburguesas 2009, en esta oportunidad dirigen una alocada historia donde los juguetes cobran vida para decirnos que todo es fabuloso y definitivamente lo es en todos los sentidos, esta historia sabe unir toda la imaginación entorno al popular juguete de LEGO y sus diferentes mundos (situando la acción en diferentes universos a modo de realidades paralelas como el oeste) así como sus más populares personajes y con un estilo de animación igual de fiel (al cual cuesta acostumbrarse: son escenarios construidos con piezas Lego y personajes animados con stop motion) consiguen un film ágil, extremadamente entretenido lleno de acción (un poco excesivas) y explosiones pero todo dentro de una historia llena de varios mensajes muy bien transmitidos y para todas
las edades. Además la cinta entra dentro del peculiar universo de sus creadores, empezando por el protagonismo de ese don nadie sin amigos ¿les suena conocido?
Los puntos fuertes de esta historia es que ni pretende una digitalización Pixar, ni unos trazos Disney. Tiene una técnica única y fiel a su propia invención que le da un carácter desenfadado y creativo sobresaliente. Otro de los puntos fuertes, es que el guión es tan divertido que te ríes durante todo el visionado. El espectador saldrá del cine con una sonrisa en los labios. Destacar los guiños a otros clásicos cinematográficos, son acertados, cariñosos y tienen un tono que desborda simpatía, especialmente los de Batman.
Los controles y las limitaciones no son buenos y sobre todo si obedecen a la perfección subjetiva de un capricho; es por ellos que se debe abrir los ojos (aunque duela) y reconocer que todo lo que es bueno para ti de pronto no lo es para mí.
Puntuación 8/10
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