12 años de esclavitud
12 años de esclavitud, es una adaptación de la autobiografía de Solomon Northup, un mulato afroamericano nacido libre en el estado de Nueva York que fue secuestrado en Washington D. C. en 1841 para ser vendido como esclavo que luego trabajó en plantaciones en el estado de Louisiana durante doce años hasta su liberación; este film es el tercero del director Steve McQueen y su primer largometraje en Hollywood, conto con las actuaciones de Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Paul Dano, Paul Giamatti, Lupita Nyong'o, Sarah Paulson y Brad Pitt.
McQueen aparece al ruedo en esta temporada de premios, haciendo ruido con un drama biográfico cuyo tratamiento es distinto al de sus trabajos anteriores. En esta oportunidad presenta un filme de envergadura con mayor acabado y semejanza a una superproducción de agrado a los académicos y la taquilla; planteando un drama clásico, con una dirección limpia y un hilo argumental solido, bien estructurado y desarrollado comulgando con las grandes adaptaciones.
12 años de esclavitud es una película bien hecha e indiscutiblemente una de las mejores del 2013, pero a nivel personal la cinta resulta decepcionante en comparación al estilo del director en sus trabajos anteriores, en esta se busco la magnificencia con una temática que últimamente ha se tratado en cintas como Lincoln (2012) y la respetada Django sin Cadenas (2012) y que fue la novedad con la fastuosa obra ochentera El Color Púrpura (1985)... Es evidente que esta película se arriesga poco y se va por lo seguro colocando los elementos básicos que gusten al público y a la academia para arrasar en nominaciones a los Oscars; a eso se le suma que es poco coherente y solo se limita a caer a látigos a los esclavos para mostrar el horror de la época, guardado a un personaje como factor sorpresa para concluir con un cierra lógico y coherente.
Lo que de verdad molesta es que el director desafortunadamente es demasiado complaciente y académico, dejando atrás su narrativa poco clásica para sumergirse en la frialdad de su cámara que tan bien le ha funcionado en sus dos anteriores obras, aquí se vuelve en su contra y ofrece un espectáculo de imágenes de estética notable pero vacía con un argumento que resulta ser más de lo mismo, en donde el mejor aporte fue secuencia de desarrollo de las escenas en el barco; por un lado destaca la actuación Michael Fassbender (Olvidado por los academicos por Shane (2011)) dando vida a un personaje que nadie olvida en el desarrollo de la historia; por otro lado Bass (Brad Pitt) un personaje que se guarda para el final, un papel clave en la historia de Salomon parece muy truculento y no se acostumbra a un Pitt simple y segundero sin mucho peso.
Puntuación 8/10
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