¿Qué Pasó Ayer? Parte III
¿Qué pasó ayer?III es la conclusión de la franquicia Hangover dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Bradley Cooper, Ed Helms, Zach Galifianakis y Justin Bartha.
Han pasado dos años. Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms) y Doug (Justin Bartha) viven vidas felices y sin incidentes en su casa. Se han removido tatuajes y han purgado expedientes. Lo último que supieron del imán para desastres, Leslie Chow (Ken Jeong), es que había sido encarcelado en una prisión tailandesa.
El único miembro del grupo que no se encuentra contento es Alan (Zach Galifianakis). Todavía sin encontrar un rumbo en la vida, la oveja negra del grupo ha dejado sus medicinas y cedido a sus impulsos naturales en grande –lo que, para Alan, significa una falta de límites, de filtros y de juicio– hasta que una crisis personal lo obliga a, por fin, buscar la ayuda que necesita. ¿Y quién mejor que sus tres mejores amigos para asegurarse de que tome el primer paso? Esta vez, no hay despedida de solteros. No hay boda. ¿Qué podría salir mal? Pero cuando el grupo sale a la calle, se cierran todas las apuestas. “¿Qué Pasó Ayer? Parte III” es la conclusión épica a una odisea incomparable de caos y malas decisiones, en la cual los chicos deben terminar lo que comenzaron regresando a donde empezó todo: Las Vegas. De una forma u otra, todo termina aquí.
Hay ciertas cosas que no deberían ocurrir en la vida y la trilogía de esta gran franquicia es una de ellas; ya que esta resulto un desastre fílmico carente de argumento, sin objetivos claros, ni actuaciones contundentes; en esta oportunidad se aparta de la fórmula usada en sus dos antecesoras para arriesgarse en lugares y situaciones oscuras, dando protagonismo a personajes secundarios, pero este enfoque no resulta convincente, ya que no hay espacio para situaciones alocadas ni escenas alusivas al género, tanto así que una cinta de misterio resulta más cómica.
Qué Pasó Ayer? Parte III se trata de un bodrio practico fácil de digerir y en donde la trama central es poco atractiva, sin mucho que aportar y poco disfrutable; lo que inicio con un guión inteligente, buenas críticas y una eminente recepción, termina con fallas evidentes y de muy baja calidad que ni Melissa McCarthy pudo rescatar.
Puntuación 3,5/10
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