El Regreso
El Regreso, es una película venezolana basada en hechos reales, escrita y dirigida por Patricia Ortega, cuenta con las actuaciones de Daniela González, Sofía Espinoza y la participación especial de Laureano Olivares, entre otros.
Un grupo armado quiebra la tranquilidad de quienes habitan en la Bahía Portete de la Alta Guajira Colombiana. En medio de aquel horror y sangre, las mujeres arriesgan sus vidas para ayudar a escapar sus hijos. Daniela González (Shuliwala), una niña de tan sólo 10 años, logra huir hasta una ciudad fronteriza. Pero una vez que se encuentra en ese territorio extraño, deberá ingeniársela para poder sobrevivir y no perder la esperanza de volver a su hogar.
La cinta se puede definir como una serie de denuncias que la directora maneja de forma cruel y escenas rudas que evocan a la nominada al Oscar La Guerra (2012). El Regreso desde mi punto de vista puede dividirse en dos partes: una se desarrolla en La Guajira caracterizada por el abuso de poder, la falta de tolerancia y digamos que toca un poco al racismo, en donde las tomas panorámicas y el manejo de la cámara es único, dando como producto una belleza en la gran pantalla, a eso se le suma la utilización de una adecuada dirección de arte que sirve de abreboca para una cautivadora historia.
La segunda parte es en Maracaibo y acá las denuncias sociales toman vida dentro la cinta y la directora nos muestra problemáticas como: la xenofobia, las drogas y la pedofilia, en esta parte la fotografía esta en su máxima expresión, pero la cinta se torna lenta y no se profundiza en ninguna de las demandas ya mencionadas, a tal punto que a pesar de seguir enganchado con la historia y de usar elementos técnicos adecuados, dentro de la trama no ocurre nada, sino que mas de lo mismo cargado con escenas de violencia e indignación. Digamos que se pudo aprovechar de la situación plasmada y contarnos un poco más sin necesidad de indagar en lo mismo pero con otras acciones.
El resultado es una encantadora historia, bien elaborada, estructurada y actuada salvo la actuación de Laureano Olivares que con su acento no se convence ni a si mismo, del resto el producto es aceptable pero tiende a encasillarse y a tornarse lenta sin necedad.
Puntuación 6/10
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