El Manzano Azul
El manzano es estéril porque
así lo decidió es por ello que cada uno tiene el libre albedrío de dar frutos o
ser infructuoso. En esta oportunidad Olegario Barrera utiliza el verdor del páramo
andino para vida a una historia familiar que lucha entre el cine y la televisión
por su aspecto melodramático telenovelero.
Hacer cine no es una tarea
fácil, se requiere de una serie de elementos que en su mayoría las grandes
industrias pueden manejar como anillo al debo; sin embargo los independientes
también pueden llegar a realizar si tienen los recursos y herramientas mínimas
para su elaboración, de allí parte las recurrentes criticas que se encuentran
en la web referente al Manzano Azul, para ser un poco mas objetivos hay que
estar claro que la cinta en cuestión no se trata de una obra de arte ni
pretende formar parte de un clásico, esta busca entretener y sensibilizar a la
familia dejando un mensaje de humildad, unión y compartir; de
allí a que la película no cuenta con ciertos elementos que la sacarían del
típico cliché de la comedia familia poco trabajada.
La historia carece de una
secuencia lógica que logre una unión entre los nexos que conforman la trama,
exceso de melodrama mal planteado, abuso de metraje y situaciones que no
aportan mucho al desarrollo de la misma (escenas que sobran); Olegario Barrera es inteligente y su experiencia dentro de la
televisión le ayuda a jugar a su favor colocando el carisma del joven actor
Gabriel Mantilla y el experimentado Miguelángel Landa los cuales están bien
actuados y hacen una química fraternal; no obstante la cinta goza de una
fotografía para el deleite de los espectadores; del resto es una historia
plana, pocas matices, nada nuevo, entretenido y mucha gracia.
Puntuación 5.5/10
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