Caballo de Guerra
Basada en una novela infantil escrita durante la I Guerra Mundial y publicada en 1982 por el británico Michael Morpugo, esta película narra la historia de Albert Narracott (Jeremy Irvine), un joven de Devon que tiene una intensa amistad con su caballo "Joey". Cuando la I Guerra Mundial estalla, el padre de la familia entrega el caballo de Albert al ejército y partir de entonces, el caballo pasa de dueño en dueño mientras vive la gran contienda que cambió el mundo desde varios puntos de vista.
La película tiene la peculiaridad de pasear al espectador por sensaciones que evocan ganas de reír y llorar, pero que al final transmite alegría por su desenlace.
Sin embargo, al analizar el film podrás notar que no se trata de nada novedoso, que todo lo allí planteado ya lo hemos visto antes en muchas oportunidades con historias parecidas de niños con sus mascotas, ya sean perros, ballenas, focas... y hasta extraterrestres (ET).
A pesar de contar con buenos recursos, Steven Spielberg peca de mañoso al narrar una historia de amistad donde el personaje principal es un caballo aplicando la vieja formula:
"Zoom + Música Suave + Ritmo Lento + Separación = Lagrimas"
Llegando así al fondo de cualquier corazón adolescente, aunque gran parte del guion se vio forzado a un final feliz, INICIO DEL SPOILER El señor le regala el Caballo Albert Narracott (Jeremy Irvine) después de haber gastado una fortuna FIN DEL SPOILER, solamente en el mundo de las maravillas pasa eso.
Destacan positivasmente en el fimle la buena secuencia de imágenes, la forma de las bellas tomas panorámicas y el dramatismo inyectado por el novato Jeremy Irvine, quien demostró su madera para un papel bastante fuerte como es el de llorar y manifestar afecto de forma creíble, cosa que muchos actores con Oscar en mano no han podido hacer (George Clooney).
Puntuación 7 / 10
Para compartir en la familia
Lenguaje sencillo y afectivo.
Redacción: @caballeroscuro_
Revisión: @geek286
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