La era del hielo 3.
Otro punto a favor es el cambio de locación para las aventuras de la pantalla. El mundo exterior frío, congelado y estéril se había vuelto muy aburrido. Por fortuna existe un sótano debajo del hielo donde el tiempo olvido y aún existen dinosaurios viviendo. La acción se desarrolla frenética pero inteligentemente, lo que hace que no se vuelva tediosa o aburrida. Disfrute mucho la tensión de peligro que existía en la cinta. A pesar de que Manfred y Ellie son dos de los mamíferos mas grandes del planeta y sin aparente amenaza en su destrucción, el reto de encontrarse con seres mucho mayores que ellos le da importancia a las escenas de peligro. El ingenio es presente al momento de diseñar el mundo donde todo es posible: cabalgar un pterodáctilo, navegar una cascada de lava, ser digerido por una planta carnívora, ser asesinado por un gas que provoca risas. Hubo un tiempo cuando la animación computarizada nos sorprendía con nuevos adelantos o niveles de nitidez. Olvídense de lo anterior porque la novedad ahora es el uso de 3-D. El diseño de los personajes sigue siendo el mismo al igual que el resto del mundo que habitan nuestros personajes, de los que por lo menos se tiene congruencia con el estilo que se eligió.
La Era del Hielo 3 al igual que sus predecesoras, contiene humor dividido para grandes y adultos, que para los niños pasa inadvertido en comparación para otros. El ritmo de la película mejora fugazmente mientras el grupo se acerca cada vez más al objetivo. Y en verdad no se hace pesado el viaje gracias a una extraña y ágil comadreja llamada Buck, que en esta jungla de dinosaurios es como una especie de Tarzán tuerto que los ayuda durante el camino, y hace que las otras 2 comadrejas que conocimos en la película anterior queden casi en plano secundario. Además que Buck "se roba" buena parte de la pantalla con su personalidad y su obsesión con un temido dinosaurio que causó la pérdida de su ojo. Desde que se estableció el Oscar para la mejor cinta animada en 2001, sólo han perdido el galardón en dos ocasiones: Contra la primera versión de Shrek (2001) y la espectacular fábula anime El viaje de Chihiro (2002), del japonés Hayao Miyazaki.La tendencia de éxitos que le han seguido no será revertida con la “secuelitis aguda” que afecta a sus rivales. Este es el mal que agobia a la “Era del Hielo 3”. La cinta y sus simpáticos personajes serían mejor recordados si se hubieran quedado congelados en su primera aventura. Pero poderoso caballero es don dinero, y dado el éxito de ésta, había que impulsar dos versiones más.
Por eso en esta tercera entrega tenemos al perezoso Sid enfrentando dilemas de soledad (igual que en la segunda), al tigre dientes de sable Diego preocupado porque está perdiendo sus instintos asesinos (¿que ya no había tomado la decisión de enterrarlos en la primera cinta?), al mamut Manny con temores de padre primerizo (Se han hecho decenas de películas sobre esta temática) y a las dos zarigüeyas que los acompañan haciendo y diciendo las mismas tonterías. Agreguen una sofocante comadreja Tarzán y tenemos una cinta de tan solo hora y media que llega a sentirse como si fuese de tres. Lo gracioso de esto es que algunas pequeñas dosis de la fórmula ultrasecreta de Pixar andan regadas en unos cuantos metrajes de la cinta. La eterna y torturante lucha de la ardilla prehistórica, Scrat, por conseguir su bellota adquiere nuevos y simpáticos bríos con la entrada de un personaje de tintes románticos. Sus minutos en pantalla representan pequeños oasis de diversión en este reiterado cuento jurásico.
Puntuación 6.5/10
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